El rincón de soñar

El rincón de soñar III

Pic by: @emmylupinstudi

Mantener la cordura

Cuando me levanto abro la ventana de mi habitación. Enfrente, donde acaban los bloques de edificios, hay un campo de cebada.

Hace apenas un mes era tierra seca, parecía vacía, pero no lo estaba, debajo descansaba la cebada, lista para vestirse de verde y salir a respirar.

Ahora ya tiene un verde intenso, fresco y jugoso, salpicado de flores amarillas.

Podría pasarme horas mirándolo, respirando fuerte a ver si me llega su olor.

Pronto se pondrá amarillo y se dejará peinar por el viento, para más tarde, volverse a echar a dormir.

Lo primero que haré cuando salga de casa es acercarme para darle la gracias, pero ¿cómo se le agradece a un campo de cebada que te haga sonreír?


microrrelato

Riesgo

Le gustaba pasear

por el puente que unía la cordura y la locura.

Un día, ese puente se vino abajo

y ahora no sabe en cuál de los dos lados está.

– Nela Escudero –

Pic by: @universe.light99

Ahí estaba ella

Entre la obsesión y el olvido.

Justo al borde de volverte loco,

en ese punto en el que no sabes si quieres perderte o encontrarte,

dónde te preguntas si ella es la respuesta o el origen del conflicto.

Sí, justo ahí.


Lo que nos toca

– ¿Ves lo que pides?

– Si, por eso te digo que se acabó. Si tú pasas yo también paso.

– Ok. ¿Y si yo no paso?

– Entonces yo tampoco paso

Y así es como un final se convierte en comienzo, sin embargo, el Ok se quedó en visto, después nadie lo volvió a ver, se enquistó y se convirtió en un punto final.


El pecado original

Pic by: @drasan_art

Da dos vueltas a la llave para entrar en casa, eso solo puede significar una cosa.

Nadie en la cocina, ni en el baño, ni en el salón. Según va recorriendo en silencio la casa una sonrisa se instala en su cara.

La última habitación por revisar es la suya. También vacía.

Enciende la radio, sube el volumen, se quita las zapatillas, el vestido y el sujetador. Cantando y bailando vuelve hasta la cocina. Coge el bote de Nocilla y una cucharilla.

Hoy nadie impedirá que se lo coma de una sentada.



Más rinconcitos… aquí y aquí

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