Diario de una escritora novata

Fresh and sad news

La ilustración es del calendario que hay colgado en la pared de mi cocina de @conradroset

El hombre del tiempo anuncia sol y calor en toda España.

Parece que esa es la buena noticia del día.

Después del covid y los incendios, llega el turno de hablar de  Afganistán. Los talibanes piden que se reúnan con ellos para formar gobierno mientras que ya, con solo dos días de ocupación, las mujeres tienen que cubrirse y no pueden salir de casa si no van acompañadas por un hombre.

Intento desayunar,  las madalenas se quedan con la leche y yo me trago las lágrimas mientras mi cabeza contempla dos escenarios posibles:

Uno en el que yo, más pronto que tarde, me veo muerta por salir sola y con el pelo descubierto a las calles de Kabul.

En el otro, veo como todas las mujeres y niñas afganas abandonan su país, dejando atrás una tierra que, en otro caso, las hará desaparecer. Eligen condenar su casa en lugar de condenarse a ellas mismas.

Como broche a las noticias nos recuerdan que hoy es el aniversario del asesinato de Lorca. El comentarista repite las palabras de su asesino: «Yo lo maté. Le pegué dos tiros en el culo por maricón«

Tiro el desayuno por el desagüe y busco el sol que anunciaba el hombre del tiempo.

Está nublado.


Siento

Siento
que arde en mis venas
sangre,
llama roja que va cociendo
mis pasiones en mi corazón.

Mujeres, derramad agua,
por favor;
cuando todo se quema,
sólo las pavesas vuelan
al viento.

Autor del poema: Federico García Loca


No deseo abrir la boca
¿A qué podría cantar?
En mí, a quien la vida odia,
tanto da cantar que callar.
¿Acaso debo hablar de dulzura
cuando siento tanta amargura?
Ay, el festín del opresor
me ha tapado la boca.
Sin nadie al lado en la vida
¿a quién dedicar mi ternura?
Tanto da decir, reír,
morir, existir.
Yo y mi forzada soledad
con mi dolor y mi tristeza.
He nacido para nada
mi boca debería estar sellada.
Ha llegado, corazón, la primavera,
el momento propicio del festejo.
¿Pero qué puedo hacer si un ala
tengo ahora atrapada?
Así no puedo volar.
Llevo mucho tiempo en silencio,
pero nunca olvidé la melodía
que no paro de susurrar.
Las canciones que brotan de mi corazón
me recuerdan que algún día
romperé la jaula.
Volando saldré de esta soledad
y cantaré con melancolía.
No soy un frágil álamo
sacudido por el viento.
Soy una mujer afgana
Entiéndase pues mi constante queja.

Autor del poema: Nadia Anjuman


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